Piernas cansadas, hazles frente

¿Tienes unos días libres y te vas de viaje? Llévate la cámara de fotos (o el móvil y el palo de selfie), prepara tu botiquín de viaje (ver), un buen protector solar, ropa y calzado cómodos y ¡a disfrutar que te lo mereces!

Cuando por la noche llegues a tu habitación tendrás contigo un montón de fotos, algún souvenir, un puñado de buenos recuerdos y puede que también tengas un buen dolor de pies y piernas.

Esta pesadez de piernas se conoce como síndrome de piernas cansadas. A partir de ahora te voy a explicar en qué consiste y como hacerle frente con éxito.

El síndrome de las piernas cansadas es una enfermedad de los vasos sanguíneos que afecta al 25% de la población adulta. Esta proporción aumenta con la edad. Chicas, por desgracia para nosotras, las piernas cansadas son 5 veces más frecuentes en mujeres que en hombres.

Los vasos sanguíneos son los conductos que transportan la sangre a través de nuestro cuerpo y se dividen en arterias y venas. Las arterias son las que transportan la sangre a alta presión desde el corazón a los distintos órganos. Los órganos utilizan los nutrientes que lleva esta sangre. Las venas son las que transportan la sangre desde los órganos al corazón.

En las venas de las piernas, la sangre circula en contra de la gravedad resultando difícil moverla. Nuestro cuerpo, que es muy inteligente, mucho más de lo que pensamos, ha diseñado dos mecanismos para ayudar a la circulación. Por un lado cuando movemos las piernas los músculos se contraen y ayudan a mover la sangre; por otro las venas tienen unas válvulas que actúan de compuertas permitiendo que la sangre que pasa en sentido ascendente no pueda volver atrás. Estos dos mecanismos se muestran en las imágenes siguientes.

Cuando estos mecanismos fallan la sangre se estanca, las venas se dilatan demasiado y los primeros síntomas se dejan notar: hinchazón y pesadez. Si la situación empeora puede desembocar en las temidas varices.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?

– Dolor/pesadez de piernas, picor, hormigueo, agujetas

– Edemas (retención de líquidos) e hinchazón que empeoran al estar mucho tiempo de pie sin moverse y con el calor

– Calambres musculares, cansancio y sensación de piernas dormidas por las noches

– En las mujeres estos síntomas pueden empeorar durante la menstruación, el embarazo, los anticonceptivos orales y terapia hormonal sustitutiva

FACTORES DE RIESGO

Tiene un componente genético, así que tienes más posibilidades si en tu familia ha habido casos.

Los pies planos disminuyen la contracción muscular durante el ejercicio eliminando uno de los dos mecanismos que ayudan a la circulación.

El sobrepeso: la grasa también disminuye la eficacia de la bomba muscular.

El sedentarismo y los viajes largos (síndrome de la clase turista) en los que se pasa varias horas en la misma postura favorecen la dilatación de las venas y que la sangre fluya más lentamente.

La ropa ajustada: también frena la circulación.

La depilación con cera caliente no genera varices porque el tiempo que las piernas están expuestas al calor (que es lo que dilata las venas) es muy corto. Sí puede generar arañas vasculares al extraer el vello si padeces fragilidad capilar.

PREVENCIÓN Y ALIVIO

El primer paso que debes seguir es evitar el estreñimiento y el sobrepeso: ten una dieta equilibrada llena de alimentos ricos en fibra. Las uvas tintas, fresas, naranjas ácidas aportan flavonoides que tienen acción protectora sobre las venas.

Bebe mucha agua, tanta como te pida el cuerpo, como mínimo 1.5 litros al día, para aliviar la retención de líquidos.

Haz ejercicio todos los días. Nadar, hacer bici y caminar o correr son los mejores para activar la circulación de las piernas. Con 30-60 minutos al día es suficiente. ¿A que no es tanto esfuerzo? Simplemente propóntelo.

Estos 3 primeros farmasejos grávatelos a fuego, asúmelos como un modo de vida, son fundamentales para tu bienestar y salud.

Pon las piernas en alto tanto tiempo como sea posible. Cuando llegues a casa túmbate media hora con las piernas por encima de la altura del corazón. De noche duerme con un cojín que te levante las piernas unos 15 cm.

Cuando te sientes coloca las piernas por encima de las caderas apoyándolas sobre unos cojines o sillones. Evita cruzar las piernas o los pies. Si trabajas sentad@ utiliza un reposapiés.

Masajea las piernas con geles efecto frío. Empieza el masaje en círculos desde los pies y vete ascendiendo hasta las rodillas, presta especial atención a la zona posterior de la rodilla y después continúa subiendo hasta las ingles. Cuando te des el masaje procura que las piernas estén en alto, un buen lugar para dártelo es en cama o en el sofá.

Dúchate con agua tibia y termina la ducha con un chorro de agua fría desde los pies hasta los muslos. La ducha siempre es mejor que el baño.

En invierno no pongas las piernas cerca de radiadores o estufas. En verano no las expongas al sol por períodos muy prolongados.

Farmatruco

Los días que vayas a la playa haz que las olas choquen contra tus piernas. Estimularán la circulación de toda la zona inferior de tu cuerpo. Si estás de vacaciones en una zona con mar, ¡aprovecha! Las olas del mar te beneficiarán tanto como una sesión de spa.

No utilices ropa ajustada ni calcetines cuya goma te deje marca, utiliza siempre prendas holgadas y de tejido transpirables.

Usa calzado ancho y cómodo. No debe ser plano de todo, el talón va más cómodo y circula mejor la sangre con una pequeña elevación. ¡Evita los tacones! La presión que se ejerce sobre los pies y piernas en esta posición empeora la circulación. Si por algún motivo tienes que utilizar tacones estos ejercicios te pueden ayudar a estimular la circulación. Siéntate y levántate cada hora, sube escaleras, quítate los zapatos y mueve los dedos de los pies.

Cuando tengas que pasar mucho tiempo seguido de pie o en un asiento (en la oficina, en un tren o avión) realiza los siguientes ejercicios.

Existen plantas medicinales que te pueden ayudar como el rusco, el ginkgo biloba, la vid roja o el castaño de indias. Pregunta a tu farmacéutico por ellas.

Para casos más graves están las medias de compresión y  fármacos venotónicos. Consulta a tu farmacéutico y/o médico antes de comenzar cualquiera de estos tratamientos.

Si lo anterior no funciona, en último caso y bajo criterio médico, está la cirugía vascular.

Y ahora ¡sigue disfrutando de tus vacaciones!

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2 comentarios en «Piernas cansadas, hazles frente»

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