Validez de las insulinas fuera de la nevera

Las insulinas son medicamentos utilizados para la diabetes que deben estar refrigerados para su correcta conservación. Si por algún motivo ajeno a ti, como un corte en el suministro eléctrico, fallase la cadena de frío, es posible que la insulina se hubiese estropeado. Antes de entrar en cómo actuar en estos casos vamos a recordar cómo se conservan correctamente las insulinas en casa.

Cómo conservar las insulinas en casa

Las insulinas deben conservarse:

En nevera entre 2°C y 8°C
Nunca en el congelador, si se congelan se estropean. No las uses si en algún momento se han congelado
Lejos de los acumuladores de frío de la nevera para evitar que se puedan congelar
En el embalaje original para protegerlas de la luz

Transporte de la farmacia a casa

Un momento de especial atención es durante el transporte de la farmacia a casa porque no hay refrigeración. Que no cunda el pánico, no es necesario llevar una nevera portátil para recoger la insulina en la farmacia, hay margen. Para que tu insulina llegue en buenas condiciones aplica las siguientes normas.

Si vas a hacer varios recados y tienes que coger insulina deja la farmacia como última tarea antes de volver a casa
Al llegar a casa mete la insulina en la nevera cuanto antes
Y sobre todo no hagas cosas como recoger la insulina en agosto en la farmacia e irte a la playa, es decir, aplica el sentido común

Si ya se ha perdido la cadena de frío por mucho que guardes la insulina en la nevera no servirá de nada, una vez perdida no se recupera. Imagínate que la insulina fuera un helado tipo polo, si se rompe la cadena de frío y se derrite, aunque se vuelva a congelar no será más que un pegote de hielo amorfo, nunca recuperará su forma. Con las insulinas pasa lo mismo.

Como las insulinas son medicamentos de nevera y se usan a diario el tiempo que van a perder la cadena de frío no va a ser suficiente para que el medicamento supere los 25°C.

Cuánto duran las insulinas a temperatura ambiente

Vamos a ver cuánto resisten y en qué condiciones resiste cada insulina una vez rota la cadena de frío.

Abasaglar®. Una vez perdida la cadena de frío no se deben guardar las plumas en la nevera. Aguanta 28 días hasta a 30°C.

Actrapid Innolet® y Actrapid® vial. El período de validez es de 6 semanas a temperatura inferior a 30°C (25°C el vial).

Apidra® y Aprida Solostar®. Puede conservarse durante un máximo de 4 semanas por debajo de 25°C.

Humalog®. Es estable hasta 4 semanas a menos de 30°C. No usar la insulina si ha estado a más de 40°C.

Humulina 30:70 Kwikpen®, Humulina NPH® y Humulina Regular®. El periodo de validez son 4 semanas a menos de 30°C.

Insulatard Flexpen®. Se puede conservar hasta 6 semanas a menos de 30°C.

Lantus Solostar® y Lantus® vial. Presenta un período de validez de 4 semanas por debajo de 30°C (25°C el vial).

Levemir Flexpen® y Levemir Innolet®. Es estable hasta 6 semanas por debajo de 30°C.

Novorapid FlexPen® y Novorapid Penfill®. Se conserva 4 semanas a menos de 30°C.

Novorapid Pumpcart®. En uso aguanta 7 días a menos de 37°C. Como repuesto 2 semanas por debajo de 30°C.

Toujeo®. Puede conservarse durante 6 semanas por debajo de 30°C.

Tresiba®. Es la insulina que más aguanta una vez se ha perdido la cadena de frío. Hasta 8 semanas a menos de 30°C.

En la siguiente infografía puedes ver esta información de manera más visual.

Ya hemos visto el tiempo que resisten sin estropearse las insulinas una vez perdida la cadena de frío (sin superar la temperatura marcada). Queda otro factor a tener en cuenta para evitar que las insulinas se estropeen, la luz.

Hay que proteger las insulinas de la luz después de cada administración para que no se degraden. Si la insulina es de tipo vial o cartucho conservar el cartucho en el embalaje exterior para protegerlo de la luz. Si es de tipo pluma conservar la pluma con el capuchón puesto y colocar la tapa de la pluma de nuevo en la pluma tras cada inyección para protegerlo de la luz.

Las condiciones y el tiempo de conservación para las insulinas una vez abiertas son las mismas que para aquellas que han perdido la cadena de frío.

Hay que desechar la insulina si su temperatura hubiera superado los 40°C.

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