El 15 de octubre de 2017 en el sur de Galicia sufrimos una oleada de incendios sin precedentes. Más de 100 focos en menos de 24 horas en pleno mes de octubre. Lo que yo veía desde casa a primera hora de la mañana era la montaña de enfrente (oeste) ardiendo entera. Otro incendio más abajo al lado de las casas y hacia el este (detrás) había dos focos más enormes, la columna de humo era gris oscuro e inmensa. El panorama no pintaba bien, la noche anterior ya había ardido en otro monte próximo. El aire estaba impregnado en humo, en ese momento ya era difícil respirar bien. No es la primera vez que sufrimos incendios, pero 3 tan grandes en menos de 24 horas es extraño. Aunque la situación era grave en ese momento no sentí miedo.
Pero peor estaba por venir…
Después de comer vi mucho humo, de otro incendio mayor hacia la parte norte. A media tarde estando fuera de casa, a pocos kilómetros, vi otro incendio más y una de las carreteras de acceso a mi pueblo estaba cortada. La alarma se me disparó cuando a las 7 de la tarde incendiaron la única parte que quedaba por arder, el monte de la parte sur. Mi marido y yo nos fuimos para casa inmediatamente no fuera a ser que cortaran también la otra carretera y no pudiéramos volver. En un radio de menos de 20km estábamos rodeados. Vigo y el resto de la provincia estaban en llamas también. El panorama era desolador.
A partir de este momento lo que vino solo se puede describir como el infierno.
Un poco antes de las 8 de la tarde un buen amigo forestal, Gus, nos avisó de que nuestra vivienda estaba en zona de alto riesgo y de que si el fuego llegaba nadie iba a venir a ayudarnos (porque estaban desbordados).
En ese momento dio comienzo nuestra “Longa noite de lume” (larga noche de fuego). Aunque no fuimos prisioneros en la celda de una cárcel como en Longa noite de pedra, la obra maestra de Celso Emilio Ferreiro, y salvando las distancias, fuimos prisioneros de la actuación de unos terroristas incendiarios.
Después de largas horas la interminable noche por fin se acabó. Gracias al trabajo y colaboración de cientos de miles de vecinos, amigos, conocidos y voluntarios (y la lluvia) en todo el país; la catástrofe humana fue menor de lo que tocaba. Galicia puede estar orgullosa de la valentía de sus habitantes.
En momentos como los que vivimos en los que mantener la calma no es posible es necesario seguir unas pautas de actuación para no ir como un pollo descabezado. Las pautas que tenían que haberse hecho públicas desde muy pronto en los grandes medios de comunicación públicos y que no se hicieron salvo en una cadena privada (y en la autonómica tras una avalancha de protestas) son las siguientes.
Recomendaciones en caso de incendio forestal que se acerca a las casas
La mejor manera de luchar contra un incendio es la prevención. Ten siempre limpio y desbrozado tu terreno y no plantes especies pirófilas tales como eucaliptos, pinos y mimosas en él.
Refresca todo el exterior si tienes tiempo. Eso frenará el avance de las llamas.
Deja libres los accesos viarios para el paso de vehículos de extinción y emergencias.
Métete dentro de casa, cierra todas las puertas y ventanas. Con esto evitarás que entre demasiado humo en la vivienda y lo que es más importante, tampoco entrará ningún resto ardiendo que pueda prender fuego en el interior de la vivienda.
Coloca toallas húmedas debajo de las puertas y ventanas para sellarlas y evitar que entre el humo.
Prepara una maleta con lo indispensable por si fuera necesario desalojar la vivienda. En ella es importante incluir tu documentación, algo de dinero y tu medicación habitual. En caso de desalojo tu vida es lo primero, no pierdas tiempo en intentar llevarte objetos pesados o que no sean de primera necesidad.
Carga a tope la batería de tu móvil, puede haber algún corte de luz y ser necesario usarlo. Llena cubos con agua por si hubiera cortes de agua. Ten a mano alguna linterna (nos vale la del móvil también).
Si hay humo dentro de la vivienda agáchate y camina a cuatro patas, el humo tiende a subir.
En caso de sufrir dolor de cabeza, tos, dificultad para respirar, irritación de garganta y/o ojos acude al centro de salud.
Si es necesario salir al exterior cubre nariz, boca y cabeza con un paño húmedo o con una mascarilla.
Si tuvieras que abandonar la vivienda corta el suministro eléctrico y la llave de paso de gasóleo u otro combustible antes de salir. No intentes apagar el fuego si tu vida corre peligro. Esto es lo más duro de cumplir, lo sé, pero si hay peligro para la vida no hay otra opción.
Una vez fuera nunca atravieses una vía afectada o con humo denso que dificulte el paso (tanto a pie como en ningún vehículo).
Me gustaría que nunca nadie se tuviera que ver en una situación como la que sufrimos portugueses, gallegos y asturianos. Pero como no veo a nuestros dirigentes anunciar cambios en la leyes forestales y de ordenación del territorio, ni en la prevención ni extinción de incendios, ni en cuanto a las especies pirófilas mucho me temo que incendios graves y peligrosos puedan volver a ocurrir.
Lo que nosotros podemos hacer es amar nuestro monte y disfrutar de él. Salir a pasear, en bicicleta, hacer trail, escalada, barranquismo, senderismo, marcha nórdica, carreras, pic-nics (no barbacoas), recoger setas, castañas, moras, leña,… y no plantar especies pirófilas.
En esta ola de incendios se comprobó que cuanto más usaban los vecinos los montes para estas actividades, más fácil fue acceder al interior de los mismos para extinguir las lapas.
Y por supuesto ser responsables, cumplir la ley y hacer que el resto la cumpla también.
Fuentes
Xunta de Galicia. Emerxencias lumes forestais
Wikipedia. Longa noite de pedra
Terrassa. Com actuar en cas d’incendi forestal
PD: las dos fotos que he seleccionado son de los 2 incendios más cercanos a mi casa, una durante el incendio y otra al día siguiente, las dos son demoledoras. Las dos instantáneas son cedidas por Emilio Fernández Cuña, podéis ver el resto de las fotos en su página de Facebook Emilio Fotógrafo
Menuda noche en el infierno nos tocó vivir…