Medicamentos navideños: prepárate para fin de año

(Diario de cualquier veinteañero/a a 01-01-2016)

Querido diario:

Hoy te escribo tirado en cama. Aguantar la comida de Año nuevo ha sido una tortura. La noche del 31 me pasé con el champagne y los cubatas. Me duele la cabeza. Aunque no puedo saber si es por la resaca o porque me estoy resfriado, tengo frío y algo de mocos. Ayer salí varias veces del local sin coger el abrigo, pero valió la pena, jeje (o no, no lo sé, la cabeza me va a estallar).

A todo el mundo le molaron mis zapatos nuevos, como me hicieron triunfar. Pero me hicieron daño y tengo heridas en los dos pies, ¡qué horror!

La barriga casi me estalla a la hora de la comida, era como si me ardiese. Pero tenía todo tan buena pinta y tenía tanta hambre que no me pude resistir. Menos mal que vino a comer la mujer de mi tío, que es farmacéutica. Me dio un “medicamento antiácido”. Resulta que lo trajo porque me dijo que es muy habitual que en una comilona a alguien le haga falta.

¡Qué previsora es mi tía!

Todavía recuerdo sus botiquines con todos los medicamentos necesarios cuando nos íbamos todos unos días de vacaciones con cosas para las picaduras de los mosquitos, los golpes y el aftersun. ¡Qué rico estaba el apiretal!

Antes de marcharse me dejó esta nota.

¡Cómo mola mi farmatía! Mañana mismo me paso por su farmacia y compro todo lo que hay en la nota. El año que viene compraré todo lo de la lista el 31 por la mañana.

Buenas noches diario.

 

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